Manejo de Conflictos y Negociación Efectiva

“Las dificultades están destinadas a despertarnos, no a desalentarnos. El espíritu humano crece a través del conflicto”. (William Ellery Channing) 

Carl Sagan reflexiona en su libro El Mundo y Sus Demonios sobre el pensamiento crítico y racional, invitándonos a  dejar atrás los prejuicios y supersticiones para poder encontrar la verdad, agregándole yo y la libertad.  Y es que en un mundo disfuncional, lleno de ambigüedades, donde el cambio de los roles dentro de nuestra sociedad es cada vez más común, hace que  la aparición de conflictos sea cada vez más frecuente, trayendo como resultado relaciones perecederas, discusiones estériles, y en el peor de los casos saldos trágicos y lamentables. 

La cita que acompaña esta reflexión es parecida a muchas otras, con relación al espíritu humano y su ímpetu de reponerse a las adversidades, o no fue Platón quien dijo que la necesidad es la madre de toda invención, y es que cada conflicto, cada situación incómoda a nuestro alrededor debe traer consigo un aprendizaje, pero dependerá de nuestro enfoque poder asimilarlo como tal para poder tomar la moraleja de nuestra propia historia o bien decidir ahogarnos en nuestros propios pensamientos y suposiciones. De ahí que debemos enfrentar con racionalidad y sin prejuicios cualquier eventualidad que consideremos no satisface nuestras expectativas, identificando cuales factores hacen posible esta diferencia, entre lo que deseamos y la realidad.   

Tener la capacidad de deducir cual es la causa raíz que ha originado el conflicto, nos permitirá poder asumir con mayor propiedad una actitud adecuada de negociación, para poder avanzar más rápido en la situación presentada. Es como el control de calidad en una línea de producción, si solamente se corrige el desperfecto de un producto cuando aparece y no se corrige la causa que lo origina, es lo mismo al momento de aparecer un conflicto, si no se enfoca de una manera adecuada para su pronta resolución, tratando de reducir  las posibilidades que vuelva a ocurrir, te quedaras enredado en  una nebulosa de opiniones y planteamientos superfluos y frecuentes. 

Que no se nos ocurra pensar que no existirán conflictos, ni diferencias, en nuestro entorno laboral o familiar, es el poder tener un dominio de nuestra inteligencia emocional que nos permitirá tomar estas diferencias y convertirlas en ganancias para ambas partes. He ahí  la cuestión, poder desarrollar habilidades que nos permitan se solucionadores y no generadores de conflictos, debemos ser parte de la solución, no del problema.  

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