Son muy pocos los Puertoplateños que de mi generación hacia atrás no disfrutaran de un chapuzón en las ricas aguas de la Poza del Castillo, ubicada en el malecón de esta ciudad, de fácil acceso, de poca profundidad y aguas tranquilas. Lugar que fue ideal para muchas tardes y sábados para mí y muchos de mis amigos, lugar de muchas travesuras donde en muchos de los casos se escondía la ropa de los que se bañaban, practicábamos clavados desde el trampolín artificial que forma el arrecife, en fin momentos que viéndolos desde aquí fueron bien vividos y disfrutados, no solo por mi sino de varias generaciones que hasta a Don Juan Lockward le sirvió de musa para una de sus canciones.
Sin embargo, en un país como el nuestro donde no hay visión de futuro, la Poza del Castillo fue destruida por el impacto que causó el constante vertimiento de aguas residuales de algunos barrios de la ciudad, más algunas de las plantas de generación de energía que se encuentran a pocos metros del malecón vertían el agua que usaban y creo usan en la actualidad para enfriar las calderas a la zona de amortiguamiento de la Poza del Castillo logrando con esto que desde hace ya varios años fuera declarada zona contaminada no apta para bañarse, que para mi asombro al momento de tomar las imágenes había unos jóvenes disfrutando del agua sin importarle tal restricción.
Es una pena que un lugar que fue símbolo de Puerto Plata este convertido en apenas un recuerdo para algunos de lo que fue y no será, sin contar el abandono y mal estado en que se encuentra el parque ubicado en el área de acceso a la Poza dedicado a Juan Lockward que parece cualquier cosa menos un homenaje a su obra y vida.
Sin embargo, en un país como el nuestro donde no hay visión de futuro, la Poza del Castillo fue destruida por el impacto que causó el constante vertimiento de aguas residuales de algunos barrios de la ciudad, más algunas de las plantas de generación de energía que se encuentran a pocos metros del malecón vertían el agua que usaban y creo usan en la actualidad para enfriar las calderas a la zona de amortiguamiento de la Poza del Castillo logrando con esto que desde hace ya varios años fuera declarada zona contaminada no apta para bañarse, que para mi asombro al momento de tomar las imágenes había unos jóvenes disfrutando del agua sin importarle tal restricción.
Es una pena que un lugar que fue símbolo de Puerto Plata este convertido en apenas un recuerdo para algunos de lo que fue y no será, sin contar el abandono y mal estado en que se encuentra el parque ubicado en el área de acceso a la Poza dedicado a Juan Lockward que parece cualquier cosa menos un homenaje a su obra y vida.
Comentarios
Un abrazo!!