La incertidumbre comenzó a apoderase de los propietarios de los cientos de establecimientos comerciales localizados a todo lo largo de la kilométrica franja de playa de aquí, ante la eventualidad de que los fuertes oleajes que se producen en toda la costa impidan que turistas y bañistas puedan acceder sin peligro a las playas.
En el balneario de esta comunidad (considerado como el más visitado en los días de Semana Santa) pocas personas se han atrevido en los últimos dos días a desafiar las instrucciones del Centro de Operaciones de Emergencia (COE), organismo que prohibió utilizar esas playas mientras persista las grandes y fuertes olas. En Puerto Plata, las playas más frecuentadas son Luperón, Maimón, Cofresí, Costambar, Acapulco, Long Beach, Marapicá, Playa Dorada, Boca Nueva, Guzmancito y Cosita Rica.
En este municipio funcionan todo el año casi 300 negocios variados, en lo que se ha constituido como una pintoresca zona comercial, donde los turistas y bañistas sin problemas pueden adquirir desde alimentos al estilo de restaurantes, hasta productos artesanales, bebidas criollas y foráneas y áreas donde se ganan la vida peinadoras de trenzas. Aunque son negocios que ofertan sus productos todos los días del año, es en el asueto de Semana Santa donde sus propietarios registran los mayores volúmenes de ventas lo que, de acuerdo al presidente de la Asociación de Vendedores de Artículos Artesanales y Afines (AVAS) el llamado de alerta del COE, como consecuencia de las grandes y fuertes olas, hará retrasar la llegada de los visitantes y, concomitantemente, la reducción de las operaciones comerciales.
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