“Generalizar siempre es equivocarse”, cita que corresponde al filósofo alemán Hermann Keyserling, donde radica uno de los mayores errores humanos al momento de comunicar. Son tantos los elementos, variables o circunstancias a tomar en cuenta, que la acción de generalizar es un comportamiento atrevido. Expresiones como “todos, nadie o siempre” que representan los extremos y la generalización, son términos utilizados sin discriminar, denotando la actitud y el reproche de quien lo utiliza.
Las Redes Sociales han sido el escenario para mofarse de todos los residentes de Puerto Plata, llamándoles brutos, ignorantes, fanáticos y un largo etcétera, colocando a la comunidad Puertoplateña en la mira pública, sirviendo esta de catarsis nacional para descargar toda la ansiedad y resentimientos acumulados en estos días de cuarentena sobre sus munícipes.
Esos héroes puertoplateños que durante más de 1 mes han cumplido a base de sacrificios, esfuerzos y una gran fuerza de voluntad, han visto como tales esfuerzos se han ido por la borda debido a un grupo de irresponsables, que no son ni representan el sentir de la mayoría de esta ciudad. Diversos sectores sociales y económicos se han levantado a defender la imagen de este pueblo. Esos puertoplateños, dueños de empresas, que tiene más de 30 días sin abrir sus negocios, esos puertoplateños que fueron suspendidos de sus empleos y no saben si en mayo o en junio sus empleos le estarán esperando, esos puertoplateños que cada día se levantan a ganarse el sustento diario exponiéndose al contagio de ellos y de sus familias, son esos puertoplateños los que hoy se encuentran indignados y levantan su voz para defender su pueblo. Lo sucedido el pasado domingo es una triste ofensa a esos puertoplateños.
Puerto Plata no son algunos, es mucho más.
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