Analizar el comportamiento humano es el
campo de acción de la psicología, de ahí que todos nosotros en un momento de
nuestras vidas asumimos el rol de psicólogos, ya sea en nuestros hogares,
centros de estudios, clubes sociales y en el mayor de los casos en nuestros
centros de trabajo. Describir y comprender el comportamiento de los individuos
dentro de las organizaciones es toda una ciencia y por demás una de las más
complejas, por tal razón existen especialistas en el área que se encargan de
mantener dentro de las organizaciones un clima laboral libre de conflictos y
contradicciones.
Sin embargo, un clima laboral saludable
se ve afectado por el uso de tácticas
por parte de los miembros de la organización, para obtener ventajas,
beneficios, cuotas de poder, entre otros factores, hace que cada vez más dentro
de las organizaciones se limite el comportamiento político de los individuos,
para ello desde los puestos de control se deben reforzar y garantizar el fiel
cumplimiento de los procedimientos y políticas establecidas, no obstante
entendemos que las organizaciones de hoy
en día son dinámicas y flexibles, son entes vivos, dando lugar al
comportamiento y uso de ciertas tácticas por parte de algunos elementos en
busca de poder e influencias.
Como directivos o gerentes debemos ser
consientes si a la organización o departamento que tenemos bajo nuestra
responsabilidad le convienen individuos que quieren hacerse los indispensables,
personajes que centralizan toda la información bajo su mando, el fomento de relaciones
laborales basadas en el amiguismo, la asignación de recursos y tareas de manera
subjetiva, una seudo-lealtad sustentada
en privilegios y prebendas, todas estas y muchas otras son tácticas políticas
propias de las organizaciones y empresas de hoy. He ahí la cuestión, depende de
nosotros como líderes, darle rienda suelta y permitirlas, o mas bien asumir una
actitud de control y reducirlas a su mínima expresión.
De nosotros es el reto, igualmente de
nosotros es la decisión.
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