Kobe Bryant Sufre Lesión, Fuera Por el resto de la Temporada


De todas las formas dramáticas de ganar el partido, los Lakers firmaron la más dolorosa de todas. Un tiro libre de Dwight Howard a 1.5 segundos del final selló la victoria del equipo angelino sobre los Golden State Warriors (118-116), pero no hubo celebraciones. Sólo unos minutos antes, Kobe Bryant había abandonado la pista entre visibles gestos de dolor. A falta de las pruebas médicas, temen que un desgarro en el tendón de Aquiles haya puesto punto y final a la temporada del escolta.
El peligro estaba ahí. Durante las últimas semanas, los Lakers habían tensado demasiado la cuerda de un jugador que lleva 17 años en activo, literalmente la mitad de su vida. Por más que Kobe Bryant pueda presumir de una ética de trabajo descomunal, era previsible que la media de más de 45 minutos de juego en las últimas dos semanas pasara factura. No se esperaba, sin embargo, que fuera de un modo tan trágico.
El equipo de Mike D’Antoni sufría para derrotar a Golden State. Apenas 40 segundos antes, Bryant (34 puntos) había despachado uno de sus disparos a sangre fría para empatar el partido. Anteriormente otro. Y así cuantos necesitaron los Lakers. Pero a poco más de tres minutos para el final, una caída cambiaba el rostro. Manos al talón, al tobillo, a la cara. Palpando el dolor y temiendo una fatalidad. Kobe aguantó para firmar los dos tiros libres, pero tuvo que ser escoltado por dos personas para abandonar el parqué.
Por si alguien volvió al vestuario esperando un milagro, las palabras del escolta destrozaron cualquier esperanza. "Se ha roto. No puedo ni andar. He intentado hacer un poco de presión sobre el talón, pero ahí no hay nada. La sensación es de que no tengo tendón", confesó. Sólo queda conocer el tiempo de baja. "Ahora toca resonancia, operación y rehabilitación", lamentó. Si se trata de un desgarro completo del tendón de Aquiles, el tiempo de baja en otros casos –Chauncey Billups el más reciente–, ha oscilado entre los diez meses y un año. Un golpe brutal para un hombre de 34 años.
También por descontado para un equipo que ha dependido de él por completo para mantener vivas hasta el final las opciones de playoffs. Desde que Pau Gasol regresó de sus últimos problemas físicos, los Lakers habían recuperado el libro de estilo de los últimos dos anillos. Kobe-Pau, Pau-Kobe. Presumían de ser "imparables", en palabras del escolta, y lo cierto es que el aspecto del equipo era mucho mejor. A falta de dos partidos, la lesión de Bryant les deja octavos del Oeste, pero prácticamente desahuciados en unos hipotéticos playoffs.
Fuente: http://www.elmundo.es/

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