Cruceros en 2012: Curso definido pese a las tormentas


El 2012 comenzó con malos augurios para los cruceros con el naufragio del Costa Concordia, su triste saldo de víctimas y el daño a la imagen del sector. Sin embargo, al igual que frente a la crisis económica, la industria se repuso e incluso revirtió la situación: continuó creciendo la demanda, nuevos y más modernos barcos llegaron al mercado, entraron en vigor nuevas medidas de seguridad y, justo al final del año, las principales asociaciones que operan internacionalmente se agruparon en un frente global común.

El naufragio del Costa Concordia, con más de una treintena de muertos (seguido por incidentes en el Costa Allegra y el Azamara Quest, afectados por incendios a bordo) dañó las reservas de Costa y otras navieras, las finanzas de su casa matriz, Carnival (139 millones de dólares de merma en el primer trimestre frente a beneficios de 152 millones un año antes), y la imagen del sector, que también sufrió el impacto de escándalos por casos de drogas y muertes a bordo de buques turísticos.

De inmediato se puso en marcha un proceso de revisión de políticas de seguridad  a nivel de industria, que resultó en nuevas medidas que van desde el monitoreo en tiempo real del curso y posición de los barcos hasta nuevas reglas para simulacros y ejercicios de emergencia de los pasajeros previos a la salida de los buques, entrenamiento de la tripulación, restricciones de acceso al puente, registro de la nacionalidad de los viajeros y estándares en la información sobre cuestiones de seguridad a los huéspedes.

Varias compañías salieron a aclarar que el impacto del desastre del Concordia en el mercado no había sido tan pronunciado, y ya en junio Costa reportaba su mejor mes de 2012, con un alza de más de 30% en las reservas respecto a un año atrás, aunque el camino a la normalidad y a niveles sólidos de rentabilidad debe continuar en 2013, según directivos de Carnival (además del Concordia, Costa perdió el Allegra y había vendido el Marina).

Poco después, Costa recibía el nuevo barco Costa Fascinosa (3.800 pasajeros), con una nueva incorporación prevista para 2014. En el primer semestre también llegaron al mercado el AIDA Mar (2.964), AmaCerto (164), MSC Divina (4.345), Carnival Breeze (3.690) y el Riviera de Oceania Cruises (1.250). Posteriormente se estrenaban el Celebrity Reflection y el Disney Fantasy, y más tarde se confirmaba que Royal Caribbean ha encargado a STX France un tercer gigante de la clase Oasis, con entrega para 2016.

Al cierre del año, el libro global de pedidos a astilleros mostraba un total de 21 barcos encargados, con un total de 61.431 capacidades y por un valor conjunto de más de 13,6 mil millones de dólares.
A lo largo del año continuó al alza la demanda, demostrando que el sector es altamente resistente a procesos como la crisis en Europa y la lenta recuperación en Estados Unidos. Ya en 2011 se habían rebasado los 20 millones de pasajeros en todo el orbe (desde 18,6 millones en 2010), según datos de la Cruise Lines International Association (CLIA) y otras organizaciones líderes de la actividad a nivel global.

Beneficiado por su cercanía y su arraigo en el mercado de Estados Unidos (el mayor del mundo, con 11,5 millones de cruceristas en 2011), el Caribe se mantiene como primer destino del sector a nivel mundial.

No obstante, encara una fuerte competencia del Mediterráneo y la creciente sombra de Asia, una región de gran dinamismo en todos los subsectores del turismo y espoleada por la vitalidad y el volumen descomunales del mercado chino, que en el caso específico del crucerismo cuenta con unos 300 millones de pasajeros potenciales al año.

La región caribeña, que de 4,7 millones de cruceristas en 1995 pasó a 16,4 millones en 2011, continúa bien posicionada a escala mundial, pero debe renovarse para mantener su lugar en el competitivo mercado global, según afirmaron delegados a la Conferencia de la Asociación de Cruceros Caribeños de la Florida (FCCA, inglés), celebrada en Curazao.

Entre otros puntos, señalaron la necesidad de hacer cada vez más atractivos los puertos y las ofertas en tierra y usar mejor los recursos disponibles; incorporar nuevas instalaciones y mejorar las existentes, además de fortalecer las marcas particulares y la marca regional.
Según datos de la FCCA (Florida Caribbean Cruise Association), el gasto directo de la industria de cruceros totalizó unos dos mil millones de dólares en 21 destinos del Caribe y Latinoamérica en el período 2011-2012.

Un estudio comisionado por la FCCA a Business Research and Economic Advisors (BREA), señala que 15,44 millones de cruceristas gastaron 1,48 mil millones de dólares en esos puertos, con un gasto per cápita que osciló desde un máximo de 185 dólares en St. Maarten a 27 dólares en San Vicente y Granadinas, y con una media ascendente a 95,92 dólares.
Cerca del 52% de los pasajeros compró excursiones en tierra, generando 270 millones de dólares por pagos a touroperadores. Otras compras importantes incluyeron relojes y joyería (583 millones), alimentos y bebidas (106,5 millones) y aretsanía y souvenirs (87 milones).
Entretanto, los miembros de las tripulaciones fueron 2,7 millones y gastaron más de 261 millones de dólares en los 21 destinos participantes en la encuesta de la FCCA, con un gasto per cápita que fue desde un pico de 138 dólares en Islas Vírgenes de Estados Unidos a 21 dólares en San Vicente y las Granadinas. El gasto medio fue de 96,98 dólares.

Las líneas de cruceros gastaron un estimado de 246,9 millones de dólares en los destinos estudiados, por concepto de tasas e impuestos, utilidades, servicios de navegación y suministros.
Cinco destinos tuvieron gastos directos superiores a los 100 millones de dólares: Bahamas, con 393,8 millones; St Maarten (356,2m), Islas Vírgenes de Estados Unidos (339,8m), San Juan de Puerto Rico (186,6m) e Islas Caimán (157,7m). En conjunto, esos cinco destinos registraron 1,43 mil millones de dólares, el 72% del total del gasto de cruceros en los 21 destinos.
Los siguientes nueve destinos, con un gasto entre 25 y cien millones, representaron el 23% del total, con un monto conjunto de 457,7 millones en gasto directo. En estos casos, las cifras oscilaron entre los 30,3 millones de Islas Vírgenes Británicas hasta los 70,6 millones en St Kitts y Nevis, pasando por Aruba ($63,7m), Belice ($61m), Islas Turks y Caicos ($60,6m) y Barbados ($53,7m).

Los siete destinos restantes, con un gasto de menos de 25 millones de dólares por cruceros en 2011-2012, sumaron un total de 98,5 millones, el 5% del total. Este grupo incluye desde Nicaragua (dos millones) hasta República Dominicana (21,4 millones), pasando por Costa Rica ($18,5m), Dominica ($18m) y Grenada ($15,2m).

En ese contexto, el Caribe, además de afrontar la competencia de otros destinos y el impacto del alza de los combustibles en las operaciones de las navieras, tiene entre sus retos lograr que los pasajeros bajen a tierra y consuman más productos y servicios (en lo que competiría con la propias navieras), que las líneas de cruceros operen todo el año y hagan más operaciones de embarque e interporting en las islas.

Varios puertos caribeños han emprendido inversiones para ampliar o mejorar su infraestructura, entre ellos Martinica, Guadalupe y Barbados, a lo que se unen los importantes proyectos de Banana Coast (Caribe hondureño) y Amber Cove (el nuevo puerto turístico que Carnival levanta cerca de Puerto Plata, R. Dominicana, a un costo de 65 millones de dólares).
Además, las inversiones para renovaciones, ampliaciones o nuevas terminales en puertos del sur de Estados Unidos como Port Everglades, Port Canaveral y Nueva Orleáns benefician a los destinos caribeños, pues desde el sur de la Florida salen la mayor parte de los cruceros a las islas.

Hoy, varios puertos del Caribe están entre los más importante del planeta. El 2012 Cruise Industry News Annual Report recoge una lista de 16 puertos que recibieron en 2011 más de un millón de pasajeros. La lista la lidera Miami (cuatro millones de pasajeros en 2011), seguido de Port Everglades (3,9m), Port Canaveral (3,1m), Civitavecchia y Barcelona (2,6m), Cozumel (2,3 millones), St. Thomas (1,9 millones), Venecia y St. Maarten (cada uno 1,7 millones), Palma de Mallorca y Southampton (1,4m); Jamaica y Nápoles (1,3m), y San Juan de Puerto Rico y Freeport (Lucaya, Gran Bahama), con 1,2 millones. Nueva York (con la combinación de las cifras de Manhattan y Red Hook) llegó a 1,2 millones.

Una sola voz
Durante la convención Seatrade Sudamérica, celebrada en Buenos Aires, representantes de la industria de cruceros apoyaron la idea de crear una asociación regional, para facilitar una mayor cooperación entre los países y puertos y atraer más negocios a la región.
En marzo, durante Cruise Shipping Miami, se había presentado la idea de crear un ente global que reuniera a las diferentes organizaciones que operan en el mundo. El proyecto cuajó en los finales del año, cuando nueve importantes asociaciones de cruceros anunciaron un acuerdo para operar bajo un ente común con una estructura unificada, que servirá como representante de esa industria a escala mundial.

Participan la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA, ingles), el Consejo Europeo de Cruceros, la Asociación de Transporte Marítimo de Pasajeros de Reino Unido, la Asociación de Expertos de Cruceros, la Asociación de Cruceros de Asia, la francesa AFCC, ABREMAR de Brasil, la Asociación de Cruceros del Noroeste y Canadá, la Asociación de Cruceros de Alaska y el Consejo Internacional de Cruceros de Australasia, líderes de una industria que genera casi 100 mil millones de dólares anuales a nivel mundial.

La nueva asociación tendrá como presidenta y CEO a la responsable de la CLIA, Christine Duffy. Howard Frank, COO y miembro del comité ejecutivo de Carnival Corporation & plc, quien encabezará un comité de ejecutivos de la industria dentro de la entidad, dijo que “dado el tremendo ritmo de crecimiento y la continua globalización de  nuestra industria, este paso responde a la necesidad de hablar y actuar de forma unida, al tiempo que se reconoce la importancia de las relaciones locales”.

Anteriormente, seis importantes asociaciones de puertos turísticos habían unido fuerzas en una coalición global que apunta a analizar políticas comunes en varios campos y compartir información sobre prácticas positivas.

Fuente: http://www.caribbeannewsdigital.com

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