En Altamira Escuela En Tierra Adentro

La Escuela Juan Aracena de este paraje perteneciente a Altamira, Puerto Plata, es un plantel  multigrado, que en un espacio de 10 metros por 8, acoge a estudiantes desde el primero hasta séptimo grado, impartidos en una misma tanda por un sólo profesor, la muestra se repite en la mayoría de parajes de la Cordillera Septentrional, donde el horizonte educativo trasciende las montañas.
 
La neblina todavía viste de blanco la cima del Pico Diego de Ocampo, cuando la bandera se eleva a lo azul, en la escuela multigrado Juan Aracena del paraje de Los Pomos, a unos cuatro kilómetros al Este de la carretera que bordea el segundo pico más alto del país.
Son las ocho y el año escolar apenas empieza, pero el profesor se ve apurado pues tiene que enfrentar el reto de impartir clases a siete grados que tiene asignados en una misma tanda y en una sola aula.
Descontando los 20 minutos de recreación, a cada grupo le correspondería unos 35 minutos de docencia, lo cual supone un fuerte desafío para cualquier mortal que se dedique a la tarea de la enseñanza.  Al terminar sus clases en este plantel, el educador se eleva montaña arriba por el maltrecho camino a bordo de una motocicleta cual salta monte entre piedras, hasta llegar al paraje de Manaclas, donde le aguarda una situación similar.
Leodani Montilla expresa que hace con amor su trabajo y que aunque el multigrado está establecido en la Ley de Educación para comunidades como esta, con escasos alumnos de  diversos niveles, entiende que al menos se deberían dividir en dos tandas, para que sea más efectiva su labor.  Así se lo ha planteado al director del Distrito Escolar de Altamira, Moisés Benjamín, pero todavía espera respuesta.
Para llegar a esta escarpada comunidad de la montaña septentrional, el  joven profesor Leodani Montilla, tiene que instalarse en la montaña los cinco días de clases, dejando a su familia en la comunidad suburbana Las Tres Cruces de Jacagua.  A pesar de este increíble esfuerzo, el maestro asegura que en la escala de sueldos está por debajo de los colegas que realizan una labor menos sacrificada.
Las emigraciones estudiantiles
Al concluir su séptimo grado, la emigración es el único camino para los adolescentes que quieren algo más que dedicarse a las actividades agrícolas. Esta es la razón por la que es muy difícil ver jóvenes en este territorio, donde no sólo se acaban las expectativas de educación sino también las de entretenimiento,  el único que tienen es juntarse a jugar una mano de dominó al albor de un trago de aguardiente o ron con la música que le permite un radio de batería.
Estas emigraciones estudiantiles a veces arrastran consigo a familias enteras que muchas veces dejan sus tierras para vivir en las ciudades, donde sus hijos puedan continuar sus estudios y hacerse de una profesión. Otros no son tan arriesgados, como es la pareja de Milagros Sosa e Ignacio de Jesús Tavárez, quienes ya preparan la maleta a uno de sus cuatro retoños quien viviría con una tía en el Distrito Municipal del Ranchito Piché, donde los grados educativos por lo menos llegan hasta el cuatro de bachillerato.  Aquí es donde están emigrando estos jóvenes así como a  Santiago y Puerto Plata. “Tengo una en séptimo que ya se va el año que viene, y tengo otro en sexto, a eso le faltan dos años para irse”, explica Milagros.
Situación socioeconómica
De 24 alumnos que tiene la escuela, en su primer día sólo fueron 13, el resto se ausentó por los únicos útiles escolares que deben comprar; el uniforme y los zapatos, pues afortunadamente las escuelas multigrados están favorecidas con los libros.  Los alumnos lo utilizan en el plantel, y cuando los requieren se los llevan prestados a sus casas. 
Es una suerte, pues a pesar de las limitaciones económicas de estas familias, por lo general son muy numerosas, las que menos hijos llegan a tres, es normal ver una pareja con cuatro y seis niños.  La única actividad económica es la agricultura, que es más utilizada para el consumo que para la comercialización.
Los cultivos más comunes son; habichuelas, guandules, aguacate, cacao y el guineo que es el alimento más común en el desayuno y la cena, la tierra es generosa para el cultivo de otros productos, pero las dificultades para transportarlos hacen que la producción sea limitada.
Con las condiciones de los caminos, el único medio de transporte posible son los caballos y burros, un medio que pocos poseen y que además le maltrata los productos.  “Cuando uno saca mil aguacate, quinientos se dañan en el camino”, expresa Ignacio de Jesús, quien confía en que el nuevo gobierno de Danilo Medina dará mayor incentivo al campo para no tener que dejar a su amado terruño.
Además de los problemas con las vías terrestres, los habitantes, y por ende los estudiantes, a menudo tienen que bregar con las inclemencias del tiempo, y la única agua que disponen es la del Río Los Pomos, que pasa indiferente cuando la sequía se impone.
Trabajo infantil
Fuera de las aulas, los niños y niñas son incorporados al trabajo de sus padres.   Generalmente, las niñas ayudan en las tareas domésticas y a cuidar a sus hermanitos, los varones con sus botas hasta la rodilla van al conuco con su machete al cinto para preñar la tierra bajo el inclemente sol, entre sus ocupaciones figuran también buscar agua al rio y hacer los mandados a pie o en burros recorriendo distancias que a veces exceden los  cinco kilómetros por los empinados caminos de la cordillera.
El Plantel
La pequeña escuela de 10 metros por ocho, fue construida hace más de medio siglo en madera de palma y cobija de cana, elementos de la naturaleza propios del lugar, en unos terrenos donados por el extinto terrateniente, Juan Aracena, mentor del vecindario, quien de acuerdo a los datos suministrados ofrecía trabajo a la mayoría de los habitantes entre las tres fincas de más de mil tareas que tenía.
En su casa alojaba a los maestros que se internaban en la montaña los cinco días laborables de la semana, así como al sacerdote que debía llegar un día antes de realizar la misa.  Recientemente la escuela fue beneficiada con su inclusión en el programa de la Fundación Internacional Emi, para ser reparada, así que pasó a una estructura de block, zinc y persianas de plástico, una estructura simple que sin embargo se impone sombre las casas del lugar y bautizada con el nombre de su fundador.
 Los Pomos
Los Pomos es una comunidad perteneciente a Altamira, Puerto Plata, situada en la Cordillera Septentrional en la frontera geográfica-política de la provincia de Santiago de Los Caballeros y Puerto Plata, sus vías de transporte vial la comunican más fácil a Ranchito Piché,  municipio de  Santiago que a Altamira.
Su población es escasa, viven aproximadamente 1,000 personas y la mayoría es mayor de 35 años de edad ya que los más jóvenes han emigrado a las urbes de Puerto Plata y Santiago.
La comunidad de Los Pomos carece de todos los servicios básicos energía eléctrica, cable, teléfono, y agua aunque este último problema está casi resuelto con la inauguración de un sistema de agua potable por gravedad el 15 de septiembre. Su economía se basa en la agricultura, cultivando productos como el cacao, habichuelas, guandules, guineos y aguacate.
Los habitantes son personas de escaso nivel escolar, son muy serviciales y atentos con los visitantes, su forma de vida es parecida a la de los indígenas, ya que cocinan utilizando leñas, y comúnmente comen productos que ellos mismos cultivan. A las 8 P.M. cuando el manto de la noche cubre de negro todo en su camino, es hora de ir a la cama.
Con la puesta de sol, un concierto de pájaros da la bienvenida al día.   Los Pomos, pese a las dificultades y limitaciones es un monumento a la naturaleza,  está instalado montaña adentro, el clima es increíblemente benévolo, por mucho calor que haga expresa Milagros Sosa, a las cuatro de la tarde tengo que buscar mi abrigo porque aquí siempre está frío.
Los caminos son largas extensiones de flores silvestres que aromatizan el entorno, los árboles frutales son variados y forman parte del patio de la casa.  El mayor atractivo es  la enorme cascada de aproximadamente 30 metros de altura, situada aproximadamente a 4 Kilómetros de la comunidad y está en un estado casi virgen pues muy pocos citadinos saben de su existencia.
Fuente: Diario Libre

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