Estas últimas semanas han sido de muchas emociones, muchos cambios, pero sobre todo mucho trabajo. Pertenecer por largo tiempo a una empresa, donde llegas a dominar a plenitud tus labores diarias y más cuando vienes de forma ascendente, llegas ocupando el puesto más bajo y con el pasar del tiempo, demostrando tus facultades, aprovechando las oportunidades que se presentan y siempre estar dispuesto a seguir avanzando, llegar a ubicarte solo debajo del encargado del departamento en que laboras, te permite desenvolverte en un ambiente de total estabilidad donde te enfocas en desarrollar tu plan diario de actividades.
Al final de la semana pasada mi vida dio un giro de 180 grados ya que pasé al frente del departamento en el que laboro, lo asumo como un nuevo reto, lo veo como una nueva oportunidad, para desarrollar cualidades y aptitudes que tal ves no sean de conocimiento propio, pero también como un compromiso porque quien se desempañaba como encargado es un hermano, un gran amigo, un verdadero caballo de batalla, porque en estos días me he dado cuenta la cantidad de trabajo y las responsabilidades que descansaban sobre sus hombros.
Así que durante los próximos días estaré ausente, tratando de adaptarme a mis nuevas funciones, reorganizando mí tiempo, asimilando cosas nuevas que no son de mi total dominio, pero sobretodo poniendo todo mi empeño y tesón para salir por la puerta grande en esta nueva etapa de mi vida.
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