Mientras muchos nos afanamos en vivir en mundo “globalizado” donde la información y el conocimiento esta al alcance de un clic y hasta llegamos a pensar que vivimos en un país que esta en la ruta del “progreso“, donde tenemos uno de los mayores índice de teléfonos celulares por habitantes en América Latina, ah! y tenemos un metro, nos encontramos con una cruda realidad que vive la gran mayoría de dominicanos donde el acceso al agua “potable” es cada vez más difícil y más en nuestra ciudad. Los vecinos de los diferentes sectores sociales (altos, medios y bajos) se han pasado estos cuatro años clamando porque el suministro de agua vuelva a ser como antes, cuando el agua llegaba 2 o 3 veces a la semana. Para ejemplo, en mi sector tiene 3 meses que no llega, a pesar de los viajes en comisiones que hemos dado a CORAAPLATA.Esta imagen fue tomada el domingo pasado cuando estuve de visita en Cabía, un paraje del municipio de Imbert, aquí en Puerto Plata donde este pozo es la fuente de suministro de agua de un centenar de familias, que se tienen que dirigir con su cubetas, galones, algunos en burros, otros en motores en busca del agua que es usada para los oficios de la casa, la higiene de la familia y algunos hasta la consumen de manera normal. El acueducto de Imbert esta en construcción y por lo que pude indagar este no abarcará hasta ahora el paraje de Cabía por lo que a este pozo le queda mucho servicio que ofrecer y las familias de Cabía seguirán con su estilo de vida modernista de buscar agua en el pozo.
Es verdad que la deuda social de nuestro país es grande, que hay deficiencias en casi todos los sectores, en educación, salud, electricidad, infraestructura entre otros y tratar de cubrir todas esas deficiencias será un trabajo de décadas y muchos recursos económicos pero sobre todo una verdadera voluntad política de resolver los problemas de antaño que en definitiva cuentas es lo único que no tiene nuestro país.
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