Puerto Plata se encuentra por momentos silente y pasiva, pero luego la ves respondona y contestataria. Es que en una ciudad donde los principales medios de comunicación tanto escritos como radiales y televisivos se encuentran de manera parcial o total comprometidos con el gobierno o con la oposición, al ciudadano común se le hace difícil digerir las informaciones que se ofrecen por estos medios.
Uno de los programas radiales de más tradición en la ciudad que se transmite en las mañanas y al mediodía se ha visto en la necesidad para poder mantener la objetividad de reorganizar su staff de comentaristas por la forma abierta como algunos de ellos se han expresado en apoyo de tal o cual partido, donde incluso algunos son funcionarios del gobierno y otros dirigentes de partidos pequeños, donde por mas que traten de expresar objetividad siempre terminan defendiendo la opción política que representan.
Entonces vemos como un medio que por décadas había servido de desahogo del pueblo para expresar sus quejas, demandas y las necesidades de las comunidades en toda la provincia, se transforma y los mismos comentaristas coartaban y en ocasiones hasta se burlaban del humilde ciudadano que llamaba para pedir que se restablezca el servicio de agua en su sector, o que se les prometió con fecha y todo, el asfaltado de las calles de su sector y lleva meses esperando, constituyendo una falta grave de respeto a la persona que se preocupa en llamar como a todos los oyentes del programa. Y todo esto debido al gran compromiso de estos medios y algunos comentaristas con los partidos políticos, dejando de lado su verdadera esencia, ser la voz del pueblo.
Uno de los programas radiales de más tradición en la ciudad que se transmite en las mañanas y al mediodía se ha visto en la necesidad para poder mantener la objetividad de reorganizar su staff de comentaristas por la forma abierta como algunos de ellos se han expresado en apoyo de tal o cual partido, donde incluso algunos son funcionarios del gobierno y otros dirigentes de partidos pequeños, donde por mas que traten de expresar objetividad siempre terminan defendiendo la opción política que representan.
Entonces vemos como un medio que por décadas había servido de desahogo del pueblo para expresar sus quejas, demandas y las necesidades de las comunidades en toda la provincia, se transforma y los mismos comentaristas coartaban y en ocasiones hasta se burlaban del humilde ciudadano que llamaba para pedir que se restablezca el servicio de agua en su sector, o que se les prometió con fecha y todo, el asfaltado de las calles de su sector y lleva meses esperando, constituyendo una falta grave de respeto a la persona que se preocupa en llamar como a todos los oyentes del programa. Y todo esto debido al gran compromiso de estos medios y algunos comentaristas con los partidos políticos, dejando de lado su verdadera esencia, ser la voz del pueblo.
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