
Para dar respuesta a la demanda de alojamiento han tenido que auxiliarse de los hoteles Riú (Merengue, Bachata y Mambo) y del complejo de hoteles de Playa Dorada, en Puerto Plata. Viajar diariamente desde la Novia del Atlántico hasta Santiago no representa un gran sacrificio ya que la distancia es de unos 45 minutos.
Otras de las opciones que se están dando es el alquiler de pensiones improvisadas. Familias con casas grandes alquilan una o dos habitaciones y algunas hasta incluyen otros servicios como comidas y la limpieza.
También están los 36 moteles que tiene la ciudad y que acostumbrados a brindar un servicio transitorio, tratan de adaptarse para asumir la tarea de alojar temporalmente a los visitantes.
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