Mucho Más Que Arena Y Sol

Además de sus playas, Puerto Plata ofrece un exquisito cóctel de historia, paseos y aventuras.

En la ciudad, la huella de la conquista de América se hace bien presente.
Alrededor del parque Duarte, por las estrechas callecitas donde suenan a todo volumen los pegadizos estribillos del merengue, se conservan casas coloridas de estilo colonial.

Cruzar la puerta de cualquiera de ellas puede transformarse en una visita a uno de los tantos sitios de venta de ámbar que tiene la ciudad.
En ellos, por unos cuantos dólares se puede adquirir un souvenir en esa curiosa piedra de color miel, que según cuentan, se formó a partir de la cristalización de resina vegetal durante millones de años.

Estilo colonial. A unas pocas cuadras de allí, sobre el malecón, se yergue orgulloso el fuerte San Felipe, construido en el siglo XVI como defensa contra los piratas.
Muy cerca están las ruinas del primer asentamiento español en América, La Isabela, fundado por Cristóbal Colón, en sustitución del Fuerte de
La Navidad, en la costa noroeste de la isla en la actual provincia de Puerto Plata.
Como en todas las ciudades dominicanas, el estilo colonial se alterna con islotes de arquitectura brutalista.

Allí, surge otro nombre omnipresente en la historia de República Dominicana: el del brutal dictador Rafael Trujillo, quien rigió los destinos locales entre 1930 y 1961, y cuya sola mención mezcla el desprecio por sus crímenes y una especie de agradecimiento encubierto por ser el padre del país moderno.
Un teleférico permite divisar la zona desde las alturas de la montaña Isabel de Torre, y es allí donde se hace más presente ese resplandor plateado que da nombre a la ciudad.

Recreación y aventura. Otro paseo obligado, en las afueras de Puerto Plata, es Ocean World, un parque acuático en el cual el visitante puede nadar con los delfines o ver bien de cerca las numerosas especies marinas y aves que habitan la región circundante.

Los amantes de la aventura también tienen lo suyo en la selva aledaña.
Las torrentosas caídas del río Damajagua ofician de escenario de uno de los paseos más emocionantes de Puerto Plata.

Los 27 Charcos, tal como se los conoce, son piscinas naturales en medio de la roca, unidas por saltos de diferentes alturas. Aquí, la propuesta consiste en ponerse el casco, el chaleco salvavidas y unas zapatillas de goma y recorrer río arriba para luego tirarse de las cascadas escondidas en una cerrada selva donde nunca entra el sol.

Alojamiento. Los hoteles all inclusive tienen tarifas que arrancan en los U$S 130, aunque en los pueblos se consigue alojamiento (sin comidas) por U$S 15.
Entretenimientos.

Ocean World. Es una “sucursal” del parque existente en Bahamas, llamado Blue Lagoon. La visita al parque acuático cuesta U$S 165 por adulto, con natación entre delfines y paseos incluidos.

Cayo Paraíso: la excursión, con traslado, comida y actividades cuesta 40 dólares por persona.

Charcos de Damajagua: la excursión a siete de los 27 saltos, cuesta 10 dólares e incluye equipo y guía.

Bebidas. lo típico es el ron Brugal, que se fabrica en Puerto Plata y se vende por unos 10 dólares la botella de litro. También se puede probar la “mamajuana”, una mezcla de hierbas secas que cada uno prepara con ron, vino o el licor que prefiera y al que se le adjudican propiedades afrodisíacas, a punto tal de llamarlo “el viagra” dominicano (10 dólares la botella con la mezcla, sin la bebida).

Informes. En Internet: www.godominicanrepublic.com

Fuente: www.lavoz.com.ar

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